Foo Fighters – “But Here We Are”

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Foo Fighters - Album Cover But Here We Are

Foo Fighters publicó su undécimo disco de estudio, “But Here We Are”, el primero tras la repentina muerte del baterista Taylor Hawkins. Un disco perfecto con aires épicos que se abre paso ante el dolor.

Una gran parte de los grandes discos de la historia de la música nacieron como una suerte de catarsis poética, abriéndose paso ante el dolor de una pérdida. Las rupturas amorosas, las crisis de la mediana edad y la muerte han marcado a muchos artistas que decidieron volcar ese huracán de sensaciones en la música. Así, por ejemplo, surgieron álbumes como “Blood on the Tracks” (Bob Dylan), “Hearbreaker” (Ryan Adams) y “Honestidad Brutal” (Andrés Calamaro). “But Here We Are” no es la excepción; un álbum de duelo, en el que Dave Grohl deja escapar todo lo que le generaron las muertes de Taylor Hawkins, en marzo de 2022, y de su madre, Virginia Grohl, en agosto del mismo año.

Una elegía hecha disco

“Llegó en un instante, salió de la nada, sucedió tan rápido, y luego se acabó”. Con esa frase, un riff que nos remite a los primeros álbumes de la banda y una batería machacante abre “Rescued”. La voz de Grohl, por momentos gutural, y una sensación de rabia que alcanza su cenit con un cierre épico in crecendo y Grohl gritando “Rescue me tonight” [rescatame esta noche].

Sin dejar de lado las letras profundas y nostálgicas, ‘Under You’ suena más popero (con reminiscencias a ‘Monkey Wrench’) y le da paso a la instrospectiva ‘Hearing Voices’. Si nos detenemos un momento y repasamos la historia de Foo Fighters, es inevitable recordar que la banda nació tras el suicidio de Kurt Cobain; aquel álbum debut en el que Grohl tocó todos los instrumentos también habría estado signado por la pérdida. Casualidad o no, el sonido de “But Here We Are” tiene mucho de aquellos primeros años. Además, Grohl -una vez más- se encargó de tocar la batería en los 10 temas que componen el álbum.

Tuve una visión de vos

La blancura del arte de tapa se contrapone con el tono oscuro de las letras. Lejos de las metáforas y las dobles intenciones, dejan en claro que el concepto central del disco es la tristeza que invade a un músico que sufrió la muerte de dos personas muy importantes en su vida. Como un niño chiquito, Dave pide explicaciones, quiere respuestas, habla de la fe, del misterio de la vida, se pregunta cómo seguir y al final, pide que los que se fueron descansen en paz. Por supuesto, la banda (con Nate Mendel en el bajo, Rami Jaffee en los teclados y el tándem guitarrístico que conforman Chris Shiflett y Pat Smear) acompaña. Con un sonido bien estructurado, riffs de alto voltaje y un bajo electrizante, el grupo mantiene la dinámica que los caracteriza (y que los llevó a ser uno de los conjuntos más importantes de los últimos años).

Si bien “But Here We Are” se destaca por tener un sonido más bien crudo y potente, también hay espacio para melodías más relajadas (aunque a cuentagotas). Tal es el caso de ‘The Glass’, donde Dave susurra “Tuve una visión de vos, y sin más me quedé a vivir sin ella”, pero solo por un instante. Cada uno de los momentos, espacios y silencios están perfectamente ubicados para que la experiencia de escuchar el álbum sea completa (y necesaria). En tiempos donde lo urgente y lo efímero manda, el disco número once de Foo Fighters invita al oyente a bajar un cambio y dejarse llevar por cada uno de los tracks que lo componen.

Adiós

‘Show me How’ suena a los Smashing Pumpkins y ‘Beyond Me’ nos parte al medio con la eterna pregunta “si todo se acabara hoy, ¿estarías bien?” que al tener una experiencia con la muerte todos nos hacemos. Pero la obra clave de este álbum es, sin dudas ‘The Teacher’, una obra magistral que alcanza los 10 minutos y que atraviesa distintos tiempos, ritmos y frecuencias con aires triunfantes y una melodía imponente y cruda. Los Foo Fighters en su máxima expresión liberan todo su potencial en esta canción que termina con Grohl gritando hasta quedar mudo “Goodbye” [Adiós].

Para cerrar el duelo, aparece la única canción “lenta” del disco, ‘Rest’, que arranca con una guitarra acústica a la que luego se van incorporando distintos elementos mientras la letra repite, como una suerte de mantra, mientras una guitarra solea de fondo “Descansá, ahora ya podés descansar”.

Comienza una nueva etapa en la vida de Foo Fighters, distinta sin dudas. Joshua Freese será el encargado de ponerse tras los parches en los recitales en vivo que el grupo de de ahora en más (ya lo hizo hace un par de semanas atrás), pero el alma de Taylor seguirá rondando siempre en la vida de Grohl y compañía que acá lo despiden de la mejor manera posible, con música.

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